domingo, 10 de marzo de 2013

Sistema de Evaluación del Desempeño


Introducción
En la actualidad, perenemente observados como la gestión de las finanzas en muchas naciones han deteriorado sus bienes y servicios; altos índices inflacionarios, elevados gastos superfluos, inversión sin retorno,  corrupción, entre otros; han fisurado  las arcas monetarias de la nación.
El tema de la gestión del presupuesto basado por resultados no es algo innovador en temas de administración de alta gerencia, es más bien un vivir diario, cuyo coro es excelencia en la ejecución.
En general, esta gestión debe de estar acompañado por un sistema que en este caso, se denomina Sistema de Evaluación del Desempeño, el cual es un conjunto de metodologías que permiten una valoración objetiva, bajo los principios de verificación del grado de cumplimiento de metas y objetivos, con base a indicadores estratégicos y gestión.
Muchos de los retos que actualmente enfrentan la Secretaria de Hacienda es ejecutar eficientemente lo planeado, además tener robustos control para la trazabilidad de los resultados, es por ello la implementación de esta herramienta para garantizar la administración moderna de los recursos públicos. 
Desarrollo
Durante las últimas décadas los países latinoamericanos han vivido un creciente proceso de deterioro de las cuentas públicas, con el consecuente impacto en el nivel del déficit fiscal y paralelamente el incremento del endeudamiento del sector. Este estado de situación se tradujo en un creciente incremento de la tasa de riesgo país y dificultades en el acceso al mercado voluntario de crédito. Estas y otras situaciones, han impactado de manera directa a las expectativas en muchas naciones, lo cual obligo buscar nuevas formas de gestión las instituciones en el sector público.
La gestión de resultados (Makón, Marcos P. Pág.1), es una herramienta de fortalecimiento de las capacidades de planificación y optimización de los procesos críticos de las organizaciones, vía la reingeniería de procesos, se presenta como un instrumento idóneo a los efectos de asegurar en las organizaciones un resultado satisfactorio. Además es una estrategia (Doc. [1], Pág.4) que usa información del desempeño para mejorar la toma de decisiones, herramienta de planeación estratégica, uso de modelos lógicos, monitoreo y la evaluación de los resultados. Es de resaltar, que está herramienta, busca asegurar el éxito de los procesos de modernización del Estado, con la creación de condiciones, que propicie un fortalecimiento en la democracia, la cual necesita generar un desarrollo sostenible en la fabricación de políticas publicas.
Posteriormente al tener la madurez en la aplicación de esta estrategia, amalgamada se encuentra el presupuesto basado en resultados, el cual consiste (Doc. [1], Pág. 4) en un conjunto de actividades y herramientas que permitirá que las decisiones involucradas en el proceso presupuestario incorporen, sistemáticamente, consideraciones sobre los resultados obtenidos y esperados de la aplicación de los resultados públicos. Este lineamiento de ley, tiene varias etapas,  las cuales empiezan de la planeación, programación, posteriormente la asignación del presupuesto conjuntamente con un control y seguimiento; y por ultimo una evaluación con rendición de cuentas.
Todo este sistema integral de resultados, que abarca una estrategia, con un diseño de presupuesto, la cual direcciona los recursos con base a expectativas bien calculadas; finaliza un planeamiento de una fiscalización y/o vigilancia de las actividades sistemáticas basadas en un sistema de evaluación de desempeño.
Este sistema de evaluación del desempeño, se puede definir (Doc. [1], Pág. 7) como el conjunto de elementos metodológicos que permiten realizar una valoración objetiva del desempeño de los programas, bajo los principios de verificación del grado de cumplimiento de las metas y objetivos, con base en indicadores estratégicos y de gestión que permitan conocer el impacto social de los programas y proyectos.
            Ahora bien, este planteamiento tiene un amplio record,  la cual se repuntó (Mejía L., José. Pág. 9) con la llegada al poder de un partido distinto al PRI, que tenia gobernando 70 años. En el 2000, el pueblo mexicano envistió a Vicente Fox como presidente, el cual se instituyó como referente de actuación. Con este avance en la ejecución de las políticas públicas mexicanas, repercutió con la aplicación de lineamientos y acuerdos en el 2008, los cuales con el pasar el tiempo van ganado terreno democrático. Sin embargo, los desafíos en la implementación del sistema integral basado en resultados, deben (Mejía L., José. Pág. 39) seguirse trabajando para mejorar y ampliar la evaluación por agentes externos, cuidando no caer en las pseudo-evaluaciones.
Es importante trabajar con la creación de una nueva cultura de evaluación. El mayor uso de la información, que surge de los diferentes sistemas de evaluación del gobierno mexicano, corresponde a un apoyo a la decisión de quienes tienen la responsabilidad de cumplir las funciones o metas de las áreas en cuestión. Aunque también sirve, en menor medida, para juzgar desempeños y en muy pequeña medida evaluar a las personas.
            Es importe acotar, que a  pesar de los obstáculos que todo cambio experimenta, han surgido resultados cualitativos en la implementación del SED[1] (Doc. [3]; Pág. 9) en las dependencias y entidades de la Administración Pública, fortaleciendo la alineación de sus objetivos estratégicos con los objetivos nacionales. Las asignaciones presupuestarias se ligaron a los programas presupuestarios, cuyos indicadores y metas permitirán dar seguimiento y apoyar las evaluaciones sobre los avances en el logro de resultados; se continuó con la mejora de los indicadores para que midan claramente los resultados y proporcionen información que apoyen las decisiones presupuestarias y la mejora continua de los programas; los indicadores del SED permiten medir en qué grado el gobierno va cumpliendo con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y de los programas sectoriales.  
     Conclusión
Es de reconocer las limitaciones y obstáculos que tiene todo cambio, máxime con una larga tradición de gobierno y abonado a ello,  es de reconocer la gran envergadura en la modificación en la gestión pública.
Se ha desarrollo un sistema integral basado en resultados y/o objetivos, los cuales, a título personal, es lo más importante, es el refrendar año a año el alcance del objetivo,; con una connotación de mejora continua, dando una expectativa para el próximo año legislativo.
Dentro de los retos, es claro que se necesario consolidar la evaluación de programas, políticas y del desempeño para la toma de decisiones presupuestarias, por medio del desarrollo de tecnologías y aplicaciones para el buen uso de la información como producto de la evaluación; y teniendo acceso de las instancias de control y fiscalización sobre el ejercicio, destino y resultados obtenidos de los recursos transferidos.
Desde luego, el perenne desvelo de nuestras instituciones; la coordinación institucional es fundamental, no solo para este sistema sino más bien para todos los programas, con el fin de tomar decisiones integrales multi-institucional, que consolide país meta dentro de la matriz general. 
En general, está gestión basada en resultados, tienen fuerza metodológica-sistemática, las cuales no son simples, pero si fáciles de instrumentar, en donde, la clave es la coordinación y uso-acceso de la información para las futuras tomas de decisiones y no errar dos veces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario