martes, 4 de julio de 2017

Reforma del presidencialismo

1. Introducción
            El federalismo en el caso mexicano ha significado la consolidación de la independencia, el cual ha propiciado a los mexicanos optar por un sistema federal. Fueron varios los factores que impulsaron este régimen,  resaltando el sistema de intendencia, en el cual se percibe la influencia francesa, complementado por las llamadas provincias internas; el otro aspecto la influencia de los ayuntamientos, que a la hora de la independencia cierran filas en contra de la invasión napoleónica, reclaman su autonomía y encabezan los primeros movimiento liberadores; y por último la actividad política de las diputaciones provinciales.
            Con el desarrollo de toda nación es necesario ajustes en todas las áreas para mejorar las condiciones y así brindar un mejor servicio. Existe reforma institucionales, de estado, municipal y en este caso, se va a profundizar el tema de la reforma del presidencialismo; suscitando intercambio de criterios, con sus pro y contra,  sirviendo de insumo para análisis de escenarios en los países reformistas.
           
2. Desarrollo
            El proceso de formación de un sistema federal en el caso de México, se gesto totalmente natural, sin la imposición artificial desde las [Gonzalez Oropezca, M. Pág.22] diputaciones provinciales hacia el centro federal, siendo uno de los hilos conductores más fuertes de la descentralización política, [Valencia Carmona, S.  Pág.  361] que arranca de las intendencias, se recrea en los cabildos, se fortalece con la aparición de las diputaciones provinciales e intensifica en el periodo comprendido de septiembre de 1821 (proclamación de la independencia) a 1824 (año en que se expide la primera Constitución federal), pues en dicho lapso las provincias.
            Este modelo de gobierno requiere de modificaciones regulado bajo el derecho administrativo, siendo un purificador de los posibles abusos de los formadores del régimen jurídico.  México ha pasado por un proceso de grandes cambios con intenciones en algunos casos caprichosas, fortuitas, coyunturales y emotivas desde: caudillismo, despotismo, liderazgo republicano, dictadura y presidencialismo constitucional. Ahora bien, se inicia con un periodo sumamente histórico debido a su importancia nacional cuya figura es Morelos, hilo conductor del movimiento de independencia de la corono española.
            Debido a la vulnerable situación de una conquista de la independencia, [Valadés, D.  Pág. 75] surge un emperador autoproclamado tuvo como respuesta la insurrección y el establecimiento de un Poder Ejecutivo colegiado temporal. Con está acción surge la institución presidencial. Posterior a ello, 1857 se decide cambiar y construir [Valadés, D., Pág. 76] un Poder Legislativo capaz de controlar al Ejecutivo, cuya intención es visible la formación de un modelo parlamentario.  En este periodo surge una figura Juárez, personalizando el poder público; ejerciendo modificaciones como dividir el Congreso en dos cámaras.
El inicio del siglo XX, trajo reforma constituyente con una nueva propuesta implantar un sistema parlamentario [Valadés, D., Pág. 86] integrar un consejo de ministros cuyo presidente sería designado por el presidente de la Republica pero que dependería al igual que los ministros de la confianza de la Cámara de diputados del parlamento. Existe un 1921 un propuesta [Valadés, D., Pág. 87] el Congreso nombraría al presidente, quien por su parte lo podrá disolver si contaba con la aprobación de dos tercios del total de miembros del Senado.
            Si continuamos revisando las distintas reformas se encuentra un común denominador el exceso de poder, permitiendo que el sistema regule por medio de ajustes para encauzar correctamente este poder, el cual sin control suscita la corrupción. Es necesario que el presidencialismo en México vaya diluyéndose para evitar la concentración del poder 

3. Conclusiones
Este necesario establecer un nuevo federalismo coordinado y concurrente, que debe pretender fortalecer a la Unión, a la nación como un todo. Admitir algunas superposiciones de jurisdicción entre poderes, que puede incluir las competencias financieras que permita sistemas de dependencia financiera en algunos casos que no se dé una relación de igualdad coordinada entre poderes con aprobación del Senado.
Establecer controles y ajuste de periodos presidenciales que permita un mayor participación, que evite un periodo excesivo, que puede emerger rasgos de dictadura.
Evidentemente a México le hacen falta muchas acciones para mejorar su proceso de toma de decisiones y el equilibrio de poderes entre la federación y los gobiernos estatales,
Cualquier modelo no debe ser un fin en sí mismo, sino un  medio de expander, promover y fortalecer los valores democráticos, los principios pluralismo político y social, de alcanzar mayores niveles de bienestar, de justicia y libertad, medio para formar una Unión federal instrumento para fortalecer la soberanía nacional.

4. Bibliografía

Gonzalez Oropezca, Manuel [1995]. El federalismo. Universidad nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Serie C. Estudios Históricos, núm. 53. México, D.F.

Valadés, Diego (2013): La reforma del presidencialismo mexicano.



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