1. Introducción
El federalismo en el caso mexicano
ha significado la consolidación de la independencia, el cual ha propiciado a
los mexicanos optar por un sistema federal. Fueron varios los factores que
impulsaron este régimen, resaltando el
sistema de intendencia, en el cual se percibe la influencia francesa,
complementado por las llamadas provincias internas; el otro aspecto la influencia
de los ayuntamientos, que a la hora de la independencia cierran filas en contra
de la invasión napoleónica, reclaman su autonomía y encabezan los primeros
movimiento liberadores; y por último la actividad política de las diputaciones
provinciales.
Con el desarrollo de toda nación es
necesario ajustes en todas las áreas para mejorar las condiciones y así brindar
un mejor servicio. Existe reforma institucionales, de estado, municipal y en
este caso, se va a profundizar el tema de la reforma del presidencialismo;
suscitando intercambio de criterios, con sus pro y contra, sirviendo de insumo para análisis de
escenarios en los países reformistas.
2.
Desarrollo
El proceso de
formación de un sistema federal en el caso de México, se gesto totalmente natural,
sin la imposición artificial desde las [Gonzalez Oropezca, M. Pág.22]
diputaciones provinciales hacia el centro federal, siendo uno de los hilos
conductores más fuertes de la descentralización política, [Valencia Carmona, S. Pág.
361] que arranca de las intendencias, se recrea en los cabildos, se
fortalece con la aparición de las diputaciones provinciales e intensifica en el
periodo comprendido de septiembre de 1821 (proclamación de la independencia) a
1824 (año en que se expide la primera Constitución federal), pues en dicho
lapso las provincias.
Este modelo de gobierno requiere de modificaciones
regulado bajo el derecho administrativo, siendo un purificador de los posibles
abusos de los formadores del régimen jurídico.
México ha pasado por un proceso de grandes cambios con intenciones en
algunos casos caprichosas, fortuitas, coyunturales y emotivas desde:
caudillismo, despotismo, liderazgo republicano, dictadura y presidencialismo
constitucional. Ahora bien, se inicia con un periodo sumamente histórico debido
a su importancia nacional cuya figura es Morelos, hilo conductor del movimiento
de independencia de la corono española.
Debido a la vulnerable situación de una conquista de la
independencia, [Valadés, D. Pág. 75]
surge un emperador autoproclamado tuvo como respuesta la insurrección y el
establecimiento de un Poder Ejecutivo colegiado temporal. Con está acción surge
la institución presidencial. Posterior a ello, 1857 se decide cambiar y
construir [Valadés, D., Pág. 76] un Poder Legislativo capaz de controlar al
Ejecutivo, cuya intención es visible la formación de un modelo
parlamentario. En este periodo surge una
figura Juárez, personalizando el poder público; ejerciendo modificaciones como
dividir el Congreso en dos cámaras.
El inicio del siglo XX, trajo
reforma constituyente con una nueva propuesta implantar un sistema
parlamentario [Valadés, D., Pág. 86] integrar un consejo de ministros cuyo
presidente sería designado por el presidente de la Republica pero que
dependería al igual que los ministros de la confianza de la Cámara de diputados
del parlamento. Existe un 1921 un propuesta [Valadés, D., Pág. 87] el Congreso
nombraría al presidente, quien por su parte lo podrá disolver si contaba con la
aprobación de dos tercios del total de miembros del Senado.
Si continuamos revisando las distintas reformas se
encuentra un común denominador el exceso de poder, permitiendo que el sistema
regule por medio de ajustes para encauzar correctamente este poder, el cual sin
control suscita la corrupción. Es necesario que el presidencialismo en México
vaya diluyéndose para evitar la concentración del poder
3. Conclusiones
Este necesario establecer un nuevo federalismo coordinado y
concurrente, que debe pretender fortalecer a la Unión, a la nación como un
todo. Admitir algunas superposiciones de jurisdicción entre poderes, que puede
incluir las competencias financieras que permita sistemas de dependencia
financiera en algunos casos que no se dé una relación de igualdad coordinada
entre poderes con aprobación del Senado.
Establecer controles y ajuste de periodos presidenciales
que permita un mayor participación, que evite un periodo excesivo, que puede
emerger rasgos de dictadura.
Evidentemente a México le hacen falta muchas acciones para
mejorar su proceso de toma de decisiones y el equilibrio de poderes entre la
federación y los gobiernos estatales,
Cualquier modelo no debe ser un fin en sí mismo, sino
un medio de expander, promover y
fortalecer los valores democráticos, los principios pluralismo político y
social, de alcanzar mayores niveles de bienestar, de justicia y libertad, medio
para formar una Unión federal instrumento para fortalecer la soberanía
nacional.
4. Bibliografía
Gonzalez Oropezca, Manuel [1995].
El federalismo. Universidad
nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Serie C.
Estudios Históricos, núm. 53. México, D.F.
Valadés, Diego (2013): La reforma del presidencialismo mexicano.
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