sábado, 28 de julio de 2012

Platón, Maquiavelo y Weber.

Introducción
            En este trabajo hemos aglomerado conceptos de diferentes tendencias, en donde Platón se presenta cauto con su República, recorriendo temas de justicia, modelos de educación, gobiernos, etc. Y por otro lado tenemos una propuesta insólita de Maquiavelo. Son sumamente interesantes las diferentes maneras de adquirir liderazgo, sus cualidades y sus alcances. Recomendaciones que van desde aprender a ser malo, cruel, avaro, perverso, etc., sin tornarse a ser odiado.
            Además, se revisará temas actuales como es la ética de Weber en el oficio político, que en el desarrollo del ensayo de Daniel Sandia, se explora las funciones de los políticos versus burócratas, y detallar las cualidades de un líder responsable bajo el contexto Max Weber.
            Con este coctel de temas, se va a dar enriquecer la discusión en el afán de formar criterios antiguos y modernos que nos permiten proponer prototipos actuales, siendo esto sumamente demandados en nuestras instituciones, gobiernos, políticos, etc.
             En fin, Platón en La Republica, [Platón, Libro VI] exhorta con frase que debe de ser parámetros para los tomadores de decisiones: “…  el gobierno, no se confiará a ciegos conductores de ciegos, sino solamente a los que posean ideales claros;…”
2.      Desarrollo.
            Dentro del desarrollo, se ha propuesto hacer un paralelismo entre Platón y Maquiavelo, sin éxito, debido a los diferentes conceptos abismales, en donde por un lado Platón, fundamenta su dialogo a través de la ética, integridad,  invitando a tomar decisiones a través del bien común. Proponiendo en sus libros VI y VII gobernantes ideales, estructurados con una formación académica e inclusive el libro IV Sócrates expresa: “…ha quedado fundada la ciudad y si está bien constituida debe tener todas las virtudes: la prudencia, el fortaleza, la templanza y la justicia.
            En cambio Maquiavelo fundamenta su propuesta a seguir el camino de los grandes. Propone Maquiavelo, Nicolás [El Príncipe, pág. 31]  dos maneras de convertirse en príncipe, ya sea por talento o suerte. Dice que los innovadores, sí necesitasen recurrir a la súplica para lograr su obra, o si pueden imponerla por la fuerza; la súplica siempre fracasaría, sin embargo cuando depende de sí mismo y pueden actuar con la ayuda de la fuerza, rara vez dejan de conseguir sus propósitos. Además de estás maneras de puede ser príncipe, Maquiavelo, Nicolás [El Príncipe, pág. 42]  por medio de perversidades y delitos; y la otra a través de la ayuda de los conciudadanos. Concluye que independientemente de la manera que se use, todo  recae en intensidad de la crueldad que se usó.
Es notable las divergencias entre ambos, Maquiavelo podrá pensar que la propuesta de Platón genera empoderamiento a los habitantes siendo una amenaza, lo cual puede provocar rebelión, siendo mejor tener a los seguidores bajo un régimen dictador.  
            Es claro para Maquiavelo, Nicolás [El Príncipe, pág.74] , que el único objetivo y/o pensamiento de un príncipe, es el estudio del arte de la guerra e inclusive en tiempos de paz; en ningún momento recomendó estudiar aritmética, astronomía, dialéctica, gimnasia, etc. Además uno  de sus “consejos” para mantenerse en el principado,  es aprender a no ser bueno, y a practicarlo o no de acuerdo a la necesidad.
            Uno de los consejos anti-éticos de Maquiavelo, Nicolás [El Príncipe, pág. 80], es tener un comportamiento ya sea pródigo o avaro. Según él, se corre el peligro con la prodigalidad, en caso de practicarlo con intensidad mayor, lo cual puede repercutir en una disminución de la riqueza, lo cual provoca el incremento de tributos, para no volver a ser un principado pobre, y desde luego crea un ambiente hostil de los ciudadanos. Además, indica que lo más sensato para un príncipe es no molestarse, que lo tilden de tacaño. Es mejor una vergüenza sin odio que una vergüenza con odio. Pero qué pasa, cuando el tacaño y/o avaro, lo hace para bien propio, con el fin de aumentar sus arcas? Planes de austeridad en las instituciones gobernantes? Observemos como el “príncipe” de Gadafi durante 42 años, oprimió a su pueblo, con su inusual comportamiento, llegó hasta referirse a su principado [1] “…lo califico a su pueblo rata…”. Gracias a los valientes conciudadanos que en un día estuvieron al lado del príncipe, hoy en el mundo árabe, se ha hecho un barrido, en donde  el tunecino Zine elAbidine huyó, Mubarak está siendo juzgado, Gadafi muerto. El [1] pueblo de Yemen enardeció grita en Saná al presidente Saleh que aprendiera de la muerte de Gadafi “…toda dictadura tiene un fin…Alí  Abdalá Saleh, tu turno llegó…”
            Continúa Maquiavelo, Nicolás [El Príncipe, pág. 83] indicándole al príncipe, no preocuparse que lo acusen de ser cruel, siempre y cuando su crueldad tenga como fin, el mantener unidos y fieles a sus súbditos. Sigue explicando, que la excesiva clemencia provoca desordenes, causa matanza y saqueos que afecta a toda la población, mientras que la crueldad afecta a pocos. Lo cual es mejor ser temido que amado. Cuidado con este consejo, veamos lo que está pasando en el Medio Oriente-Egipto, Libia, Siria, Líbano, entre otros. La mayoría cercanos a Venezuela.  
            En el capitulo XXV, lo más “positivo” que se pude rescatar en la obra El Príncipe, es cuando Maquiavelo, Nicolás [El Príncipe, pág. 127], se refiere como las cosas están regidas por el poder humano y el de Dios. La mitad no hay nada que hacer solamente le corresponde al Supremo y la otra mitad el albedrio de hombre.
            Ahora bien, Sabia, Daniel [1]: Weber ´s political ethics and the problems of dirty hands, explica como los lideres responsables no pueden, en opinión de Weber, evitar el problema de las manos sucias. Weber, Max en su obra La política como vocación 1919,  [2]  “…ninguna ética del mundo puede eludir el hecho de que para conseguir fines ‘buenos’ hay que contar en muchos casos con medios moralmente dudosos, o al menos peligrosos, y con la posibilidad e incluso la probabilidad de consecuencias laterales moralmente malas”.  Definitivamente, el decir las manos sucias, en pocas palabras son los trabajos difíciles pero que se debe de hacer, aunque no sea justo-ético.  En el artículo Sabia, Daniel [Weber ´s political ethics and the problems of dirty hands, pág. 10], nos indica el carácter de un líder responsable: pasión, sentimiento de responsabilidad y sentido de proporción-mesura-, siendo estas las cualidades de un líder dispuesto a trabajar en la política.
            En el artículo Sabia, Daniel [Weber ´s political ethics and the problems of dirty hands, pág. 11], “…el poder político puede tener efectos fuertes, pero en realidad no conduce a nada y no tiene sentido…” nos alerta para custodiar los trabajos sucios de los políticos, que se amparan bajo mamparas y  cortinas de humo, en donde reina el parcialidad y el subjetividad, y hasta justificando los actos, tomando frase como la de Maquiavelo, López Restrepo, Andrés [El problema de las manos sucias y la política, pág. 161] “…el fin justifica los medios…”. Este tipo de comportamiento va generando un deterioro en el actuar de los gobernantes, repercutiendo en una pérdida de credibilidad y por ende lo traducimos en un aumento vertiginoso de abstencionismo, a posteriormente genera un ingobernabilidad debido al débil poder político.

3.      Conclusión
En concordancia a lo desarrollado, podemos concluir que difícil es el tema de liderazgo político responsable, es inevitable ensuciarse las manos para los gobernantes aunque apliquen el utilitarismo como referencia, de igual manera el derecho humano y la justicia. Platón en La República, nos conduce a un ideal de gobernante, apostando por la formación académica y ética, orientado más a la racionalidad que el servirle del mismo entendimiento como nos indica Emmanuel Kant.
Maquiavelo en obra El Príncipe, nos presenta un modelo anti-ético, que en la actualidad no funciona, caso real es la limpieza en el Medio Oriente de tiranos, dictadores y déspotas, que han sembrado terror, sumisión, por muchos años, bajo esquemas del bien particular amasando fortunas, mientras el pueblo  paga estas desatinadas políticas maquiavélicas.
4.      Bibliografía
Referencia

López Restrepo, Andrés [2006]: El problema de las manos sucias y la política.
Maquiavelo, Nicolás: El Príncipe.
Platón: La República
Sabia, Daniel [1996]: Weber ´s political ethics and the problems of dirty hands.

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